Cristal Jugendstil

22 Jan 2013

Por Sharen Custer, experta de 62days

En una era de comercialismo, producción en masa y pérdida de originalidad, el cristal Jugendstil se erigió como un producto radicalmente diferente. Hoy en día está muy solicitado por todos aquellos que buscan comprar o vender antigüedades. Fue sinónimo de individualidad, artesanía y novedad. Exploró formas nuevas y bastante inesperadas y desarrolló nuevos efectos decorativos.

El cristal Jugendstil se fabricó principalmente en el último cuarto del siglo XIX en Austria-Hungría y Alemania. Jugendstil fue el equivalente germánico del Art Nouveau francés o del Modernismo español, y el término se aplicó a todas las formas fabricación artesanal: mobiliario, cerámica, metalurgia, cristalería, joyería, etc., si bien el cristal fue sin duda la expresión más elocuente de este estilo.

Bohemia había sido durante mucho tiempo un importante centro de producción de cristal. La región había sido famosa entre los siglos XVI y XVIII por su cristal de colores y sus artículos de cristal esmaltado. En el siglo XIX Alemania produjo cristal transparente, cristal de colores y cristal recubierto finamente decorado con escenas pintadas. Sin embargo, hacia mediados de siglo, el diseño y las formas se habían convertido en bastante repetitivas, estandarizadas y aburridas. Reconociendo esta situación, los artesanos empezaron a experimentar para producir un cristal nuevo; el resultado fue el cristal Jugendstil. Dejando un poco de lado la funcionalidad, se dio más importancia al gusto artístico, las formas interesantes, la iridiscencia fascinante y la decoración

Una parte del cristal Jugendstil tomó formas esbeltas, elegantes y simétricas. Sin embargo, en el momento álgido del estilo, se fabricaron formas asimétricas a mano, moldeando el cristal fundido, retorciéndolo y estirándolo hasta conseguir perfiles originales e inusuales. Los boles podían ser pellizcados a la altura del cuerpo o del borde; los cuellos de los jarrones podían ser estirados y retorcidos hasta similar la forma del cuello de un ganso o de las plantas alargadas tan típicas del Art Nouveau. Una gran gama de técnicas decorativas entraron en acción. El cristal iridiscente pasó a ser particularmente prominente. El vidrio romano antiguo aparecía en las excavaciones arqueológicas del momento; éste presentaba una iridiscencia natural muy atractiva, como resultado de haber pasado un tiempo prolongado bajo tierra. El mismo efecto se podía conseguir recubriendo el cristal con óxidos metálicos y sometiéndolo a altas temperaturas en el horno. El óxido de oro, por ejemplo, produce un lustre rubí; la plata, un lustre amarillento; el platino, tonos plateados; y el cobre se utiliza para el verde.

El cristal plaqué y el cristal camafeo también fueron muy populares. Se elaboraban con dos o más capas de vidrio de colores diferentes y la capa externa se tallaba o grababa con ácido. Esta técnica permitía conseguir una coloración intrincada y diseños similares a la pintura. Ambas técnicas ya habían sido utilizadas durante el siglo XIX, pero los artesanos del Jugendstil lograron producir diseños nuevos y emocionantes. Otra técnica decorativa fue el peinado. Se conseguía mediante la adición de hilos de vidrio coloreado a un núcleo fundido y luego arrastrándolos a través de la superficie para producir diseños festoneados y similares al mármol. También se consiguieron otros efectos interesantes al producir cristalerías que imitaban piedras preciosas y semipreciosas, como el ónice o varios tipos de cuarzo.

La firma austríaca Loetz, uno de los fabricantes de cristal más conocidos de Europa, desempeñó un papel muy destacado en la producción de cristal Jugendstil. Durante la década de 1880, su factoría produjo cristal que imitaba el ónice, la cornalina, el ágata, la calcedonia, la aventurina, el jaspe y otras piedras duras. Sin embargo, esta firma es especialmente conocida por la producción de cristalería iridiscente entre aproximadamente 1800 y 1900. Hubo dos tipos principales de cristal iridiscente Loetz: Papillion, con manchas de color perla por todo el recipiente, y Phenomenon, con hilos de cristal en relieve por toda la superficie. Los mejores ejemplos de cristal iridiscente Loetz son extremadamente ricos en color. Entre las formas más novedosas producidas destacan los recipientes de tres asas y las piezas con decoración aplicada en forma de serpientes. Algunos vasos fueron montados en plata, chapado de plata, bronce u otros metales. Una gran cantidad de cristal iridiscente Loetz se fabricó a imitación del cristal Favrile del estadounidense Louis Comfort Tiffany. El cristal Loetz también se exportó a los EE.UU. y se vendió junto a los productos de Tiffany. Fueron marcados con sellos de Loez para así diferenciarlos de los de Tiffany, puesto que eran muy similares.

En la década de 1860 fue, de hecho, la compañía J&L Lobmeyer la que promovió la producción comercial de cristal iridiscente. Sin embargo, en 1900, esta firma era principalmente conocida por su cristal finamente grabado, esmaltado y dorado, así como por contar con los servicios de algunos de los mejores diseñadores europeos. Por ejemplo, Josef Hoffman (1870-1956) desarrolló el famoso bronzitdecor mientras trabajaba para Lobmeyer. Se trataba de una técnica de líneas geométricas y motivos florales pintados en gris y negro sobre cristal transparente o mate.

Desde finales del siglo XIX, artistas de la talla de Josef Maria Olbrich (1867-1908), Otto Prutscher (1880-1949) y Koloman Moser (1868-1918), junto con los miembros de la Escuela de Artes y Oficios de Viena, trabajaron por encargo para la firma vienesa Bakalowitz & Soehne. Sus diseños originales fueron ejecutados por diferentes factorías de Bohemia, incluida Loetz. Entre los encargos había cristalería iridiscente con distintos lustres, vasos montados en bronce y candelabros de cristal, así como una gran variedad de copas de vino de tallo largo y decantadores en cristal revestido transparente.

Muy respetada en el cambio de siglo, pero probablemente no tan bien conocida hoy en día, fue la firma Harrach. La factoría directamente copió los vasos de Tiffany, el cristal plaqué, el cristal camafeo y el cristal iridiscente. Otra compañía, Ludwig Moser e hijos, de Karlsbad, se concentró en cristal tallado y cristal camafeo. Entre los productos más característicos de esta última había cajas con formas atrevidas  en cristal violeta, decorado con plantas doradas o figuras y también piezas talladas y grabadas revestidas de verde y morado. El uso del lirio fue un motivo particularmente recurrente. El cristal iridiscente alcanzó tal popularidad que muchas otras compañías empezaron a producirlo para satisfacer la demanda del público. Entre estos fabricantes de cristal encontramos a Heckert, Pallme Konig, Kralik, Goldberg y Adolf Zasche.

Pero la popularidad del cristal camafeo e iridiscente Jugendstil fue de bastante corta duración. Hacia 1900 el estilo iridiscente empezó a ser rechazado en favor de contrastes más austeros y colores más simples. Las formas perdieron la asimetría e irregularidad del libre soplado y los artesanos empezaron a utilizar diseños más simples en la decoración.

Hoy en día el cristal Jugendstil se reconoce normalmente por sus formas esbeltas, su muy rica iridiscencia o sus decoraciones aplicadas o placadas. Por norma general, éste es más delicado que el cristal francés Art Nouveau y también puede ser más caro en el mercado. El cristal Jugendstil también puede variar en calidad, de las magníficas piezas Loetz y Lobmeyer a ejemplos genéricos bastante pobres, obra de fabricantes anónimos. El cristal plaqué y camafeo es mucho más raro que el cristal iridiscente. Este último se produjo a gran escala, por lo que han sobrevivido un mayor número de piezas. En cuanto al valor cabe decir que, si bien las piezas firmadas o aquellas que se pueden atribuir a los principales fabricantes suelen tener los precios más altos, también existen artículos no firmados pero de diseño y decoración excepcionales que pueden llegar a alcanzar precios muy altos.

¡Feliz recolección y caza de cristal!